Piometra en mi mascota
- MVZ Luis Enrique Esquivel
- 8 may 2017
- 3 Min. de lectura

Normalmente esta enfermedad es la que la mayoría de la gente confunde con algún tumor en el útero y creen que la provocan al no cruzar a sus mascotas.
La piometra es una enfermedad originada por una infección en el útero y acumulación de secreciones y pus en su interior. Es muy frecuente en las perritas que han alcanzado la madurez sexual. También afecta a las hembras de gato, conejo, hurón y cobaya. Se trata de una enfermedad grave de inicio súbito y consecuencias potencialmente mortales si no se trata a tiempo, por lo que puede considerarse una urgencia. Debido a que ocurre en un órgano que se encuentra en la cavidad abdominal, se ha comparado con la apendicitis pues en ambos procesos se produce acumulación de pus.
Causas
El piometra es la consecuencia de los cambios que sufre el útero en el metaestro (periodo posterior al celo). Puede ocurrir a cualquier edad una vez alcanzada la fertilidad, aunque es más común a medida que el animal se hace mayor. El momento de riesgo máximo para su aparición es entre la 6° y 8° semana después del inicio del celo. Normalmente durante esta fase el cuello del útero que ha permanecido abierto durante el celo comienza a cerrarse y el endometrio vuelve a su estado habitual.
Sin embargo puede ocurrir una hiperplasia endometrial quística como una inadecuada respuesta a la secreción de la hormona progesterona que tiene lugar en este periodo, lo que significa que la zona más interna de la pared del órgano aumenta excesivamente de grosor y se forman quistes. En esta situación, las bacterias que han emigrado al útero, procedentes de la vagina, encuentran unas condiciones favorables para su crecimiento. Además la progesterona disminuye la contractibilidad del útero y aumenta la secreción de moco lo que facilita el cierre del cérvix y dificulta el drenaje del órgano.
El cierre del cérvix en un factor importante en la gravedad de la enfermedad. Si este permanece abierto las secreciones producidas por la infección pueden ser expulsadas, lo que facilita la curación. Esto se llama piometra abierta. Por el contrario si el cuello del útero permanece totalmente cerrado, el pus y las secreciones no pueden ser expulsadas a través de la vulva por lo que se acumulan y el útero se distiende. Es lo que se conoce como piometra cerrada. En estas circunstancias no es raro que el útero puede llegar a romperse y la infección se disemine dentro de la cavidad peritoneal produciendo una peritonitis que puede ser mortal.
Síntomas
Suelen aparecer varias semanas después de la época de estro (celo). En las perras, los signos y síntomas más frecuentes son: Descarga vaginal que puede ser sanguinolenta o purulenta, letargia, inapetencia poliuria y polidipsia (sed excesiva) Menos usual es la presencia de diarrea, nicturia (micción nocturna) y agrandamiento abdominal hay ocasiones en que los propietarios pueden llegar a pensar que las perritas que se cruzaron en el celo que les termino quedaron embarazadas, ojo la formación del cachorro es en el primer mes y el desarrollo o crecimiento al iniciar el segundo mes de gestación
Si la enfermedad sigue evolucionando, el animal puede llegar ha estado de shock circulatorio, como consecuencia de septicemia (presencia de bacterias en la sangre), toxemia (toxinas en la sangre), insuficiencia renal y peritonitis.
Tratamiento
El tratamiento de elección es quirúrgico. Se realiza una intervención que consiste en la extirpación de los ovarios y el útero. Previamente puede ser necesario administrar tratamiento antibiótico y la infusión de suero para mejorar la situación del animal y combatir la deshidratación.
En un número reducido de casos se puede realizar tratamiento con antibióticos y prostaglandinas (sustancia que aumenta la contracción uterina), lo cual permite evitar la cirugía y mantener la capacidad reproductiva; pero esta opción solo es aplicable en casos seleccionados en que la situación general es buena y el piometra es abierto.
El diagnostico lo confirmamos por medio del ultrasonido, claro que también se pude realizar rayos X y exámenes de sangre para llegar al diagnostico y tener en cuenta las posibles complicaciones debidas a esta enfermedad.


En esta imagen podemos darnos cuenta realmente de las dimensiones del problema que teniaa Teddy una hembra adulta con síntomas de letargia, deshidratación nauseas, poliuria, polidipsia y un agrandamiento evidente en el abdomen..
Todo esto lo podemos prevenir esterilizando a nuestras mascotas.
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